Antecedentes
Los ecosistemas costeros -manglares, praderas marinas y marismas- se cuentan entre los más productivos y valiosos de la Tierra. Estos ecosistemas no sólo proporcionan servicios esenciales, como protección costera y hábitats de cría de peces, sino que también desempeñan un papel crucial en la mitigación del cambio climático al capturar y almacenar cantidades significativas de carbono. Entre esos ecosistemas clave, se estima que las praderas marinas por sí solas pueden almacenar hasta el 18% del carbono oceánico mundial a pesar de cubrir sólo el 0,1% del fondo oceánico.
Panamá ha situado la conservación de los océanos en el centro de su agenda medioambiental, reconociendo el papel vital de los ecosistemas de carbono azul en la mitigación del cambio climático. Comprometido a alcanzar la neutralidad de carbono para 2050, el país está reforzando la gestión de sus sistemas costero-marinos y restaurando hábitats clave tanto en el Pacífico como en el Caribe. Siendo la segunda nación latinoamericana en proteger el 30% de sus áreas marinas, Panamá está dando pasos significativos para salvaguardar estos cruciales sumideros de carbono, asegurando su resiliencia a largo plazo y su contribución a los objetivos climáticos globales.